Consecuencias socio-laborales de los nuevos modelos de organización de la producción flexibles. El caso de la industria naval.
Palabras clave:
globalización, industria naval, flexibilización, ecternalización y subcontrataciónResumen
La crisis económica de los años setenta introdujo importantes cambios en el modelo socio-económico de post-guerra, reestructurando el modelo de producción y el consumo de masas, moldeados a partir de la introducción de la nueva economía de la información y el conocimiento. Las empresas navales de la nueva economía globalizada también diseñan sus estrategias a escala interplanetaria, conectándose en redes flexibles que usan las tecnologías de la información y el conocimiento en todas las fases de sus actividades. Este entramado permite producir en aquellos lugares donde resulta más barato (en término de costes variables como el caso de la mano de obra) y vender en cualquier lugar del mundo. El nuevo modelo de producción supone la creación de una estructura productiva más flexible, lo que conlleva la segmentación de los procesos de producción entre diferentes centros productivos que pertenecen a los diferentes sectores productivos, todos ellos ahora parte de la nueva industria naval multisectorial, pero con una gestión y dirección centralizadas. Ante este nuevo escenario que plantea la nueva economía las empresas reaccionan mediante la flexibilización de sus aparatos productivos que inevitablemente repercuten sobre la forma en que los trabajadores desarrollan su trabajo. El proceso de flexibilización técnico-productiva, con la descentralización de la producción desde las grandes fábricas y la creciente subcontratación de múltiples servicios secundarios o de apoyo, conllevan la dualización en la organización de la producción, la flexibilización del empleo y la progresiva externalización de los costes por parte de las empresas navales hacia la sociedad y el entorno natural.